El límite de pagos en efectivo entro en vigor en el año 2012. Esta norma prohíbe realizar pagos en efectivo superior a 2.500€ en las que alguna de las partes fuese empresario o profesional. Así todas las compras o transacciones que superen este umbral deberán realizarse a través de un medio en el que quede constancia de la operación (como tarjetas de crédito o los pagos a través de una aplicación móvil).
Pero el Gobierno español este pasado mes de diciembre ha comunicado que quiere rebajar la limitación del pago en metálico entre empresas o entre particulares y empresas desde los 2.500€ actuales a los 1.000€. Para así acabar con el fraude en el pago del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).
Sin embargo, en mayo se aprobó una medida para favorecer el uso de formas de pago más seguras y menos susceptibles de usarse en la economía sumergida. El Banco Central Europeo anuncio que dejara de imprimir billetes de 500 euros en 2018 para reducir las fuentes de financiación de actividades ilegales. Aun así el fin de los mismos no se producirá en 2018 sino que será a medida que se vayan rompiendo por su uso o los ciudadanos los vayan canjeando en los bancos centrales de cada país.
Estas modificaciones llegan con el objetivo de combatir prácticas relacionadas con el blanqueo de dinero y la financiación de actividades ilegales.